Hay dos motivos por los que he decidido publicar este texto
de carácter informativo:
El primero y supongo que el mas importante para la mayoría
es la gran diferencia de precio que me han dado en los distintos
establecimientos.
El segundo y este es muy importante para mi, es como he
podido comprobar la mala educación y muchas veces la falta de respeto que
algunos de estos dependientes tienen, si bien es verdad que he encontrado
personas encantadoras.
Las piezas que he vendido son un cordón y una pulsera, el
peso de ambas es de 36,7
gramos oro 18 kilates la tasación mas baja que me han dado ha sido
en un stand dentro de un centro comercial por la zona de San Javier 330 euros el precio final de venta ha
sido 730 euros en un comercio de
compro oro en Reina Victoria Cartagena, la diferencia me parece brutal, pero no
fue sencillo llegar hasta este precio.
La primera tasación la realicé en un establecimiento cerca
de Reina Victoria en él un empleado bastante amable me ofreció 550 euros por
las piezas por separado y hasta 600 si las vendía juntas además me aconsejó que
no las llevara en la mano. Mi siguiente parada fue en una franquicia que se
llama cash.. algo mas, aquí la dependienta sin pedirme ningún permiso se llevo
las piezas de mi vista y eso es un gran error, no paso nada pero no dejéis que se lleven las piezas ni que os las rayen sin vuestro
permiso(tasación y simpatía inferior)
Luego visite algunos locales del centro de Cartagena donde
descubrí la gran diferencia que hay de precios y comencé a notar como algunos
comerciantes sobretodo de joyerías me las tasaban como si me hicieran un favor
lo cual no tengo muy claro viendo el dinero que ofrecían, mas bien creo que el
favor se lo hubiera realizado yo si les hubiera vendido las piezas por un valor
bastante inferior al que pude sacarles. Hay que resaltar la amabilidad de un
pequeño comercio frente a lo que era Balibrea y su buena tasación. Al final de la tarde por
consejo de un chaval que trabajaba en un estanco terminé en un compro oro que
hay frente a los juzgados en Ángel Bruna donde además de mejorarme la tasación
mayor la chica fue muy amable. ¡¡Ya
estaba en 690!!
Como la diferencia en una misma tarde había sido tan grande
decidí parar y buscar por Internet. La búsqueda para la zona de Cartagena no
fue muy productiva pero si encontré un par de sitios que me ofrecían mandar el
oro por correo, de lo cuál no me fié, pero me sirvió para darle una nueva
tasación y pensé que si através de Internet
me ofrecían más dinero era cuestión de pedir esa cantidad.
El siguiente día salí con una cantidad en la cabeza y
sobretodo escrita en la libreta que me había acompañado la tarde anterior donde
anotaba peso, tasación y establecimiento.
Mi primera parada fue en La Unión donde un joyero con cartel de compro oro me
las tasó de mala gana y de peor precio, de ahí me dirigí a un comercio de
compro oro de la calle mayor como ya me habían pesado y rascado varias veces
las piezas y ante la vista de un cartel que ponía que la tasación costaba 5 euros (lo cual no se si es legal) le pregunte
a la dependienta que a cuanto pagaba el gramo de 18 kilates, a lo que se negó a
responder en rotundo alegando que tenia que comprobar las piezas, yo insistí diciéndole
que si me parecía un buen precio hacíamos la operación pero aquí ya comenzó a
ponerse algo mas antipática diciendo que si las piezas podían ser robadas etc.,
ante mi asombro le expliqué que ya las había tasado varias veces y que
simplemente quería saber a cuanto estaba esa mañana el gramo de oro que sabia
cuanto pesaban las piezas y que no necesitaba tasarlas, en ese momento la mala
educación de la dependienta salio en todo lo suyo dándome a entender que eso
era imposible hacerlo que el precio del oro dependía de unos factores extraños
ante lo que mi perplejidad iba en aumento, intente razonar y explicarle que no entendía
que para darme un precio me cobrara, que por esa razón solo quería saber a
cuanto pagaba el gramo y ya yo lo calculaba, a lo cual le coloque el ejemplo de
que sería absurdo que se las diera a tasar para que me ofreciera diez euros por
gramo siendo su precio bastante mayor, la mala educación fue en aumento
acompañada por mentiras como que el precio del oro en ese momento era muy
inferior al que todos los demás ofrecían. Decidí irme y la chica me despidió diciéndome
con malas maneras algo.
Continué mi viaje hacia una joyería de La
Palma , aquí la dependienta me ofreció 550 euros y ante mi
cara de sorpresa me pregunto que si me habían ofrecido mas, yo cometí el fallo
de decirle el ultimo precio que me habían dado en Cartagena 690, entonces me
dijo que se lo iba a decir a su jefa, en lo que yo insistí que no, por ser la
diferencia grande, pero la chica muy simpática insistió más, después de irse la
jefa con ella y dos empleados a la parte de atrás con las piezas, sin pedirme
permiso a los cinco minutos volvió la jefa a la zona del mostrador diciendo la
frase: Ay que angustia a lo que yo respondí: ¿Disculpe? y ella me dijo: Sí, sí
que te doy lo que te han ofrecido. Entonces le sonreí y le dije que ni mucho
menos, que para igualarme el precio prefería venderlas en Cartagena, cogí las
piezas del sobre donde ya las habían metido y me fui. De esta joyería salí con
el convencimiento de no bajar de los 730, si
eran capaces de subir 140 euros podían llegar a lo que me ofrecían por Internet.
Ya solo visité tres comercios mas, siempre dije que los 730 me los habían ofrecido en un comercio de
Cartagena, en uno en San Pedro del Pinatar llegaron a ofrecerme 700, en el
del centro comercial de San Javier intentaron igualar la oferta pero no lo
consiguieron (este fue donde las tasaron en 330) y por fin en Cartagena en
Reina Victoria una chica la mar de simpática me pago lo que pedía.
Sé que podría haber sacado algo más por las piezas si me
hubieran dado más tiempo. Así que os aconsejo que no tengáis mucha prisa cuando
vayáis a vender vuestro oro y sobre todo que no os chuleen, ni económicamente ni
mucho menos moralmente.